Todo en ti es orden,
un caos desde fuera.
Consejos absurdos que no pedimos,
psicología para los débiles,
mientras te tambaleas en tu ínfimo dominio.
Y no ves que tu corazón está enfermo.
Eres tú, no soy yo quien necesita afecto.
Te angustias sin tu vida en esquemas,
los compartimentos de ocupaciones se vacían en el encierro.
Y no pides ayuda, y no pides afecto.
Tú estás bien, todo es perfecto.
Recorres a diario kilómetros acorralada en un pasillo estrecho,
y justificas con sensatez de loco tal comportamiento.
Todo en ti es un caos premeditado e incontrolable,
tus palabras mienten a tu cerebro.
No soy yo quién tiene miedo.
¿Cuál es tu realidad amiga?
¿el desorden de tu alma y tus sentimientos?
La absoluta soledad.