No es porque yo lo diga
pero hoy el mundo no avanza.
A la velocidad de la luz
atravesamos el aire, las nubes y el agua,
y nos inventamos nombres de estrellas desde la cama.
No es porque yo lo diga
pero hoy el mundo no avanza.
Deprisa crecen los niños, las ciudades y las canas,
los viejos no son tan viejos y
los jóvenes no son el mañana.
Deprisa crecen las flores
en sus casas de chatarra,
los animales que comer se multiplican
hacinados en las granjas.
Y las ballenas desesperadas, ellas mismas, se matan.
Los peces desahuciados del mar
en las orillas descansan.
Los árboles y el viento
ni siquiera ya se hablan.
No es porque yo lo diga
pero hoy el mundo no ama.